Oscuridad

Desde las tinieblas más profundas viniste hasta este lúgubre lugar, me preguntaste él porque de este misterio, no entendiste la causa de mi secreto, creíste que había algún enigma, pero solo era la sombra de mi alma que la noche había confundido.

Silencio

El silencio es uno de mis  peores  enemigos. No puedo con él, me asusta saber que en el silencio es cuando más verdades sabes, cuando aprendes de los mayores errores de tu vida y piensas en lo que podrías haber cambiado y no lo hiciste, es ahí cuando me sumerjo en un profundo silencio en el cual reflexiono sobre todo lo que me rodea. De mis fallos y los de los demás, pero sobre todo de lo atormentadora y perturbada que puede ser la vida.

Cuando no puedo más, cuando  sobrepaso mis limites siento como las lagrimas recorren mi cara llegando a mis labios los cuales se enmudecen ante el dolor que siento, entonces yo me pregunto el porqué de esta tristeza, de estas lagrimas si ya nada importa si ya todo a acabado para mí, si ya no me sorprende el dolor si ya toda experiencia que he vivido a acabado igual, pienso que yo soy el problema de todo, y sé que llevo la razón pero intento disimularlo, ocultarlo con una simple sonrisa, pero por dentro sé toda la verdad, la única verdad que existe, y cuando otra vez ronda mi pensamiento me derrumbo de tal manera que apenas puedo volver a levantarme.

No sé porque la vida es tan difícil, y no me vale eso de que “nadie dijo que la vida fuera fácil y sencilla”, ya no. Y es, cierto nadie lo dijo, tampoco nadie dijo lo contrario. El caso es que ya no quiero seguir así, me he dado cuenta de que si te lo propones la vida puede ser maravillosa, claro está hay que exceptuar algunas ocasiones, como todo en esta vida, de hecho si algo nos va mal siempre culpamos a la vida de ello y si nos va bien es que hemos sido nosotros los que hemos luchado por ese bienestar, es irónico ¿verdad?

Hoy he de resolver los problemas de mi alma, las cuestiones incuestionables que me he de hacer, las cuales me ausentan de este mundo, donde la verdad es mentira y la mentira es la realidad de todo aquello que tu creas, donde tú eres lo que quieres ser, donde nadie te puede decir no, donde eres libre hasta que sobrepasas la libertad del que esté a tu lado, de todo lo que fue irreal, de lo que es y será.

Podrán alejarme de él como separaron el Sol de la Luna, podrán infundirme soledad alguna, podrá apagarse en mi rostro la sonrisa, pero no podrán hacer que mis recuerdos afloren al volver a ver las estrellas brillar, al pensar que todavía él me querrá.

No sé que decir, no sé cómo hablar ante esta situación, que me supera por momentos. No sé si actuaré bien o mal, el caso es que esta vez no me importa fallar, mi objetivo no es primordial. Quisiera poder ser libre, no estar encadenada a mi persona, ser un espectro invisible.

Defenderé mi alma de todo aquel que quiera abatirla, protegeré mi corazón de cualquiera que lo quiera conquistar.

Me siento enrevesada, aquí escribiendo en mi cuaderno  escritos, de los cuales me quisiera olvidar y no puedo. Estoy ensimismada ante la complejidad de mi pensamiento, este se lastima cada día, incluso hasta él mismo se da cuenta de ello. Aparte de esto mi alma se siente acorralada de tal manera que exhala hasta el último de mis sentimientos, los que hieren mi corazón aún no queriendo.

          En el mar me adentré sin saberme el camino, sin saber cuál era mi enemigo, el miedo me acogía, pero yo desistía, mi objetivo era claro y sin doble filo, cuando ya no podía más en mi último aliento, cuando ya no podía más lo encontré, mi corazón sufrió un enorme sobresalto, me retiré unos pasos atrás. Era él, el ángel caído de mis sueños, el que me había ayudado a sobrevivir  en este infierno, el cual se acercó a mí y me cogió la mano con tal delicadeza que no sentí el llamar de mi cordura, y así por fin y sin miedo alguno puede descansar junto a él.