viernes, 18 de mayo de 2012


Las cosas bonitas de la vida no tienen por qué ser grandes  ni caras sino todo lo contrario, yo me conformo con esa noche en la playa con tan solo la luz de las estrellas iluminando.

Lo más gracioso de la vida es reírse de lo que nos asusta.

Cuando vives el momento y nada de lo que  ocurra a tu alrededor te preocupa, es ahí cuando te das cuenta de que eres verdaderamente libre, de que eres feliz con tan solo mirar a tu entorno. Es entonces cuando das vueltas y vueltas y te parece estar en un sueño, del cual no te quieres despertar, en ese momento solo piensas en lo que acabas de vivir algo de lo que jamás creíste que iba a pasar.