viernes, 27 de abril de 2012

Quiero dormir y no despertar nunca, quiero ser libre como el viento, como el mar.

Ahora no sé a dónde ir ni sé que debo hacer, solo pienso en lo que ha ocurrido, este trágico final me ha roto en pedazos y no sé como reconstruirlo, todo ha sido demasiado grande para mí, no puedo ver más allá de tu mirada y aún así lucho por huir de ti, piensas que yo soy complicada, pero no es cierto, es esta situación que me tiene atada.

Me siento como Tisbe encerrada entre cuatro paredes, en esta casa que es mi cárcel, sin poder ver a mi amado, no podemos seguir así esta noche será diferente, esta noche me escaparé con él, por fin nuestros sueños se harán realidad y nadie nos podrá separar, aunque la muerte nos aceche yo seguiré ahí, junto a ti.

No puedo escapar de este destino que no hace más que avasallar todo lo que quiero.

Sigo aquí esperándote, mi corazón está enagado por completo de las lágrimas que derramé por tu marcha.

Es la hora de correr sin mirar atrás, es tiempo de saltar sobre los charcos que ha dejado tu tempestad y es también de seguir caminando sin descansar.

Miro el cielo nublado, llueve sin parar, la tormenta ha empezado y nunca va a terminar.

Mi corazón es como aquel rompecabezas que ha perdido la pieza más importante.

Cuando aspiro lentamente recuerdo tu aroma, veo que mi alma yace en tu habitación, ya que desde que desapareciste de mi vida no ha vuelto a ser la misma. Anhelo tanto aquellas tardes paseando por la arena cálida del mar, no puedo aguantar más esta situación, la cual me desequilibra por momentos, deseo poder escapar pero me siento atada a tus recuerdos, esos que no puedo olvidar.

Nunca me había parado a pensar en todo lo que he tenido, hasta que un día pierdes, lo pierdes irremediablemente y es entonces y solo entonces cuando quieres volver atrás, retroceder. Y te das cuenta de que ya es tarde, demasiado tarde para intentar luchar, ya no puedes hacer nada, la nada se apodera de tu mente y piensas que se acabó, todo acaba aquí en este mismo instante, pasan todos los recuerdos, uno tras otro, sin parar hasta que te quedas sin ninguno.

miércoles, 4 de abril de 2012


Deslizando lentamente mi mano sobre su rostro, una lágrima cayó en mi mejilla, la cual me recordó lo mucho que me costaría no volver a verle, más aún, he decir que incluso con el tiempo no podré olvidarlo, todo quedará guardado, cada uno de los recuerdos estarán encerrados en el ático de mi alma, esté los protegerá y cuidará para que siempre estén presentes en mí, tal y como fueron vividos.